Aunque la apariencia general de los Golden Retriever pueda parecer similar en todo el mundo, existen variaciones en la morfología de los perros americanos, británicos y australianos. Estas diferencias son las que vamos a esclarecer en el siguiente apartado:
El tipo de hocico que tiene un Golden Retriever británico es más ancho y más corto que el de los americanos y australes. También la parte frontal superior de su cráneo tiene una forma más cuadrada. Sus patas son algo más cortas y su pecho un poco más profundo.
La cola del Golden Retrierver británico es más corta que la de sus homónimos americanos. Sus características lo hacen generalmente más pesado que el tipo americano.
Incluso la normativa de una región a otra varía ostensiblemente, ya que, por ejemplo, el KC inglés determina que la espalda y cuartos traseros del animal sean rectos, obviando así la angulación trasera que se encuentra en las líneas americanas.
Los ojos del tipo británico son mucho más redondos y oscuros, todo lo contrario de los estadounidenses, que tienen una forma más triangular y sesgada. El colorido oficial permitido por la federación británica del Golden Retriever es el oro o crema, quedando fuera de la oficialidad el rojo o caoba, a pesar de que en un inicio el color crema no era aceptado en las normas de Reino Unido; sin embargo, todo esto varió en 1936 cuando el estándar fue revisado para incluir el color crema como color oficial.
Aunque no está oficializado, el pelaje del tipo británico por costumbre es más corto de lo habitual, ya que para ellos es considerado un problema a la hora de poder utilizarlos para la caza.
Además de la diferenciación tanto en hocico, cráneo y curva comentados en el tipo británico, los ejemplares americanos son animales más altos que pero menos fornidos.
Se considera un tamaño estándar cuando un macho esté entre los 58 y 62 cm de altura y las hembras entre 53 y 56 cm de altura.
Por el contrario, que su homónimo británico, el pelaje de los Golden Retriever americanos es denso y repelente al agua y se consideran aceptados en distintos tonos de oro brillante, con flecos moderados.
El color habitual de un Golden Retriever es oro claro y oscuro. Su pelaje está compuesto por dos tipos diferentes, una capa exterior de pelaje muy resistente al agua y ondulada (esta capa es la que muda a lo largo de todo el año) y otra capa interna suave que mantiene al perro fresco en verano y tibio en invierno.
La capa interna, por lo general, solo muda en primavera y otoño.
En este apartado también podemos observar diferencias entre el American Kernell Club que establece el color oro rico y brillante en diferentes tonos y rechaza el blanco puro y rojo, así como también el color negro. Sin embargo, El Kennel Club de Reino Unido, por el contrario, acepta el color crema y colores más claros que su homónima americana; sin embargo, no permiten un ejemplar con la nariz rosa o que carezca de pigmento. Tampoco los colores caoba y negro son aceptados en las exposiciones caninas británicas. A medida que el animal crece y se hace mayo, el pelo pueda cambiar su coloración por una más oscura o más clara y además tener un notable blanqueamiento de pelo alrededor de los belfos.
Cuándo hablamos de la aceptación o no por parte de las federaciones caninas sobre los patrones de color, nos referimos solamente a cuestiones de belleza canina, por lo que a pesar de que los animales muy claros de color marfil o muy intensos de color rojo, con marcas blancas en la cabeza patas o pecho sean inadmisibles en una exposición, se ha de tener claro que no tiene ningún efecto en la calidad del perro para el trabajo o como mascota y no afectará en nada de su vida cotidiana.
Si quieres saber más sobre el Golden Retriever puedes acceder aquí.
El carácter de un Golden Retriever de raza debe de ser siempre «amable, amigable y confiado»
Sin duda alguna son buenas mascotas de familia muy protectora y cuidadosa con los niños. El Golden Retriever es confiado por naturaleza y verá a todas las personas con los mismos ojos y las mismas aptitudes que para nosotros, por lo que no es un tipo de raza destinada al guardado de una casa o la vigilancia del mismo. Tal es su forma de ser que cualquier tipo de agresión no provocada, hostilidad hacia otras personas, perros u otros animales es del todo considera inaceptable y no está en consonancia con el carácter de la raza. Por costumbre, el Golden Retriever no es un perro tímido ni tampoco nervioso, su tendencia natural es la de ser tranquilo, inteligente y dócil, con la característica peculiar de que es un perro que siempre tiene el sentimiento de complacencia.
Si en algo destaca considerablemente el Golden Retriever es por su inteligencia, si se trabaja con paciencia y constancia, un cachorro aprenderá con mucha facilidad.
Según reza la clasificación de Stanley Coren, que analizó la inteligencia y trabajo de más de 131 razas de perros diferentes, el Golden Retriever se sitúa en el cuarto lugar, solo por detrás del Border Collie, el Pastor Alemán y el Caniche demostrando así que se trata de una de las razas más inteligentes y obedientes existentes.
Como anunciábamos en el anterior apartado, la inteligencia y carácter del Golden Retriever son excepcionales para el adiestramiento. Su paciencia y comportamiento son los adecuados para este fin, puesto que son animales que pueden pasar mucho tiempo realizando una misma actividad sin que su interés por ello decaiga.
Cuando ya son mayores, una de las actividades que más les gusta es la de trabajar y tienen una gran habilidad para concentrarse en ello. Uno de los inconvenientes es que ellos no delimitarán el final del trabajo/juego, ya que pueden realizarlo hasta la extenuación, por lo que será el adiestrador el encargado de marcar los tempos acorde a la situación que el animal tenga en ese momento.
Una de las pasiones del Golden Retriever es el agua, por lo que realizar trabajos de recobro en este medio no debería de ser un problema. Su deseo natural de la complacencia hace que el trabajo con ellos sea mucho más sencillo con otras razas, es por ello que siempre destacan sus participaciones en este tipo de pruebas.
Hay algo que se ha de tener muy claro a la hora de trabajar con un Golden Retriever, cualquier tipo de método duro de enseñamiento que incluya castigo, violencia y demás, (además de que estamos totalmente en contra), son métodos innecesarios, puesto que podrían conseguir el efecto contrario y crear miedo en el animal. Siempre se ha de entrenar usando refuerzo positivo y premiando sus buenas actuaciones.
Sus particulares características lo han convertido en el perro social por excelencia y no en vano, es una de las razas escogidas por los adiestradores a la hora de utilizarlos como perro guía, perro de asistencia, perro de ayuda y perro para búsqueda y rescate.
Como todo cachorro, al principio son perros bastante activos, por lo que será necesario realizar una gran cantidad de ejercicio cada día, siempre y cuando el cachorro así lo demande, ya que es una buena forma que controlar su atención.
Es muy recomendable que una vez pasado el periodo de seguridad y adaptación por parte del cachorro, recomendamos leer nuestro apartado “Primeros Pasos” se le vaya sociabilizando con el entorno habitual de la familia para poder evitar conductas destructivas. Es muy necesario que el Golden Retriever se sienta uno más de la familia y participe en los actos sociales a los que pueda acudir o se le haga el mismo caso que un miembro más de la misma, puesto que su estimulación mental es muy importante para el buen desarrollo del animal en la convivencia.
Esta raza tiene una tendencia desmesurada a la comida, por lo que siempre parecerá que se encuentra hambriento y es un erro muy común mantener su cuenco de comida lleno de forma perpetua, pero hacer esto es tremendamente inapropiado, puesto que ello favorece el sobrepeso. Lo recomendable es que se le mantengan unas horas de comida, si se pueden ajustar a las propias mucho mejor y que el bol esté puesto un tiempo determinado, así aprenderá que ése es el momento adecuado para comer y no otro y se creará una disciplina alimenticia.
Al tratarse de una raza con un pelaje tan particular, hay que cepillar su pelaje al menos una vez a la semana y con una mayor frecuentemente durante la muda. De esta forma eliminaremos todo el pelo muerto. También hay que limpiar sus orejas con regularidad, o de otro modo pueden contraer una infección de oído muy fácilmente, es una tarea sencilla que evitará más de un problema futuro.
El promedio actual de vida de la raza Golden Retriever es de aproximadamente 12 años.
El promedio actual de vida de la raza Golden Retriever es de aproximadamente 12 años. Este tipo de raza es susceptible de padecer un grupo de enfermedades muy focalizadas que en muchas ocasiones son transferencias genéticas por lo que un criador responsable debe de preocuparse de minimizar el máximo posible el riesgo de transferirlas a sus camadas con una selección concienzuda de las parejas de cría, algo que siempre hemos realizado en nuestras instalaciones y con nuestro equipo de trabajo, ello no deja exento que el animal pueda sufrir enfermedades a lo largo de su vida.
Además de todo ello es muy recomendable acudir al veterinario de confianza para realizar revisiones periódicas y asegurarnos de que nuestro amigo se encuentra en perfecto estado.
La displasia de cadera es una de las enfermedades más comunes en la raza, por lo que siempre es recomendado solicitar la información pertinente sobre el pedigrí al criador al que se le vaya hacer la adquisición del cachorro en el caso de éste no la ofrezca de antemano.
El sobrepeso es otro de los problemas más comunes en la salud de nuestro Golden Retriever. Esto es debido a que este tipo de raza es muy glotona y siempre hará entender que tiene mucha hambre por lo que hay que controlar su dieta de forma rigurosa. En el apartado “Primeros Pasos” podéis observar una tabla alimenticia que os ayudará a orientar la cantidad de comida que nuestro Golden Retriever debe de comer al día.
Estas son algunas de las enfermedades más comunes. Para conocer más de cada una de ellas haz clic en su nombre:
Ictiosis, una enfermedad genética cutánea que no sólo afecta a humanos sino que también la padecen los perros especialmente nuestra raza, el Golden Retriever
Cáncer, siendo el tipo más común hemangiosarcoma, seguido de linfosarcoma, tumor mastocitos y osteosarcoma. Fue la causa de muerte de 61,4% de los Golden americanos, según un estudio de salud de 1998 realizado por el club de Golden retriever en América, convirtiéndose en el mayor peligro de la raza americana. Mientras que en Europa, un estudio de salud de 2004 hecho por el Kennel Club de Reino Unido, expresa que la muerte por cáncer en la raza de Golden británico es de un 38,8%.
El sobrepeso es otro de los problemas más comunes en la salud de nuestro Golden Retriever. Esto es debido a que este tipo de raza es muy glotona y siempre hará entender que tiene mucha hambre por lo que hay que controlar su dieta de forma rigurosa. En el apartado “Primeros Pasos” podéis observar una tabla alimenticia que os ayudará a orientar la cantidad de comida que nuestro Golden Retriever debe de comer al día.
Estas son algunas de las enfermedades más comunes. Para conocer más de cada una de ellas haz clic en su nombre:
Ictiosis, una enfermedad genética cutánea que no sólo afecta a humanos sino que también la padecen los perros especialmente nuestra raza, el Golden Retriever
Cáncer, siendo el tipo más común hemangiosarcoma, seguido de linfosarcoma, tumor mastocitos y osteosarcoma. Fue la causa de muerte de 61,4% de los Golden americanos, según un estudio de salud de 1998 realizado por el club de Golden retriever en América, convirtiéndose en el mayor peligro de la raza americana. Mientras que en Europa, un estudio de salud de 2004 hecho por el Kennel Club de Reino Unido, expresa que la muerte por cáncer en la raza de Golden británico es de un 38,8%.
Obesidad o sobrepeso.
Displasia de cadera y displasia de codo, que afligen al 19,8% de los ejemplares.
Enfermedades de los ojos, incluyendo cataratas —la enfermedad ocular más común en la raza— atrofia progresiva de retina, glaucoma, distiquiasis, entropión, distrofia corneal y displasia retinal
Enfermedades del corazón, especialmente estenosis aórtica subvalvular y cardiomiopatía.
Enfermedades comunes, tales como luxación de rótula, osteocondritis, panosteitis, y la rotura del ligamento cruzado.
Enfermedades cutáneas, con alergias a picaduras de pulgas que en particular pueden conducir a dermatitis aguda. Otros incluyen; seborrea, adenitis sebácea, y granuloma por lamido.
Hemofilia.
Enfermedad de Lyme, generalmente se nota en las últimas etapas.
Si quieres saber más sobre el Golden Retriever puedes acceder aquí.
En Thevenet Golden Retriever trabajamos profundamente para que este tipo de afectaciones no sean padecidas por nuestros perros y por ende por nuestras camadas, es por ello que siempre en todas las ventas entregamos un certificado que garantiza que nuestros cachorros están libres de Taras oculares y de la mutación PRA-1 y PRA-2.
La atrofia progresiva de retina o PRA por sus siglas en inglés, es una mutación genética que puedes causar la pérdida de la visión y a la larga ceguera. Esta enfermedad se da cuando las células fotorreceptoras localizadas en la retina empiezan a degenerar hasta la máxima gravedad que sería la ceguera.
El PRA afecta a una gran variedad diferente de razas de perros, sin embargo en los Golden Retriever existen dos tipos de mutaciones específicas identificadas como PRA-1 y PRA-2.
El PRA-1 es el resultado de una mutación en el gen SLC4A3 en los perros Golden Retriever. Esta afección atrofia progresivamente la retina.
El PRA-2 es cuando se recibe la mutación PRA-1 tanto por parte paterna como materna
Ambas mutaciones se heredan de forma autosómica recesiva, es decir, una enfermedad que se puede transmitir de padres a hijos por lo que un perro debe heredar una copia de la mutación de cada padre para ser afectado por el trastorno. Los perros con una sola copia de la mutación no mostrarán ningún síntoma, sin embargo, pueden todavía transmitir esa mutación a cualquier descendencia.
Cuando se realiza una camada, es muy importante asegurarse mediante las pruebas de ADN correspondientes de que dos padres portadores no sean emparejados ya que darían una camada de afectados.
Al tratarse de portadores los perros son asintomáticos y por lo tanto no reproducirán ningún padecimiento de la mutación. Por lo tanto es muy importante que el criador ofrezca las garantías pertinentes de que sus camadas son libres de tal afectación. En cualquier caso un perro portador puede ser reproductor sin ningún tipo de inconveniente siempre y cuando no se realicen emparejamientos de portadores.
A través de una prueba de ADN se puede determinar los siguientes resultados:
Actualmente según los estudios existe entre un 2 y 5% de Golden Retrievers afectados y portadores del gen mutado y con un cuidado y estudio profuso por parte de los criadores existe una muy baja posibilidad de tener un perro con PRA-2 y por lo tanto portador y afectado.
Se trata de una anomalía en la que los globos oculares son más pequeños de lo normal. Esta enfermedad puede estar causada por la mutación en varios genes implicados en el desarrollo precoz del ojo.
La microftalmia se transmite de forma autosómica recesiva cuando ambas copias del gen tienen la mutación. Al igual que con el PRA-2 los padres portadores no padecen los síntomas pero sí a las camadas que se obtengan de ambos portadores.
En muchas ocasiones la microftalmia viene acompañada también del conocido como coloboma, la ausencia de tejidos oculares en algunas partes del ojo, y también de la opacificación ocular, la apertura reducida del ojo e incluso una microcornea.
En una patología en la que el borde inferior del párpado se pliega o se invierte en dirección hacia la superficie del ojo. Esto produce que el roce de la pestaña y el de la propia piel causen la irritación del propio ojo.
Si esta afectación perdurase se acabaría en un padecimiento superior debido al mismo roce llevando a la ulceración y cicatrización de la córnea. Esta patología puede darse por un traumatismo, heridas, quemaduras y ampollas entre otras.
En muchas ocasiones esta enfermedad puede ser confundida con el ectropión (a continuación) y la triquiasis, una afectación genética de las propias pestañas que crecen en dirección al ojo provocando síntomas similares a los expuestos.
Se trata de una patología similar al Entropión pero de forma inversa ya que el párpado se plegaría hacia el lado externo del ojo, por lo que no se darían los síntomas de roce mencionados en el Entropión. Sin embargo ésta es una patología muy molesta que puede llegar a dañar las partes exteriores del propio párpado.
La forma en la que se puede dar esta enfermedad es exactamente igual a la del Entropión.
Se trata de una anomalía congénita que en casos de extrema gravedad puede producir la ceguera del animal. Para detectar dicha patología se puede observar unos pliegues en la parte externa de la retina. Ésta puede ser perfectamente identificada a partir del sexto mes de vida del animal por un veterinario.
Como en las anteriores enfermedades, se trata de una patología autosómica recesiva hereditaria y por lo tanto será transmitida de padres a hijos.
En casos leves, los perros pueden no presentar ningún síntoma, en los casos más graves los síntomas son el pliegue externo de la retina, hemorragia intraocular, desprendimiento de retina.
Otra forma de detectar esta patología es cuando el animal choca contra objetos plenamente visibles, no acceder a sitios excesivamente oscuros o demostrar un evidente deterioro visual.
Se trata de un aumento en la presión intraocular en muchas ocasiones provocado por el aumento considerable de humor acuoso, el líquido encargado de oxigenar las partes del ojo a las que no llega el riego sanguíneo, provocando la lesión en el nervio óptico llegando a causar ceguera en los casos más extremos.
Uno de los mayores problemas del glaucoma, además de la pérdida parcial o total de visión, es que esta presión realizada sobre el nervio óptico hace que este proceso siempre esté acompañado de gran dolor.
En la mayoría de ocasiones el glaucoma se presenta de forma abrupta, pero antes del desarrollo total de la enfermedad, se suele observar un deterioro en el ojo y enrojecimiento muy elevado del mismo. En raras ocasiones esta enfermedad se da en los dos ojos.